«Me llamo Eugenia, soy italo-venezolana y tengo 5 hijos. Cuando vivía con ellos en Fraga (Huesca), conocí a mi actual esposo, Allan, escocés y viudo como yo, durante una estancia en Barcelona. Decidimos casarnos en Torreciudad, porque yo soy del Opus Dei y conocía muy bien la belleza del santuario y su relevancia para mi fe, le tengo gran devoción a la Virgen de Torreciudad.
Allan era de la Iglesia de Escocia, pero no practicante. Quedó muy impactado por el sacerdote que nos casó, don Javier Mora-Figueroa, que en paz descanse. Don Javier tomó a mi marido bajo su tutela y le mostró Torreciudad y lo subió al campanario de la torre, diciéndole que él solo llevaba ahí arriba a sus amigos. Por supuesto, Allan se puso muy ufano, y se maravilló de cómo un cura católico podía tratar tan bien a un protestante.
Nos fuimos a vivir a Escocia, dejando a mis 5 hijos viviendo y trabajando en España. Los años pasaron entre algunas discusiones y enfrentamientos, especialmente por la diferencia de cultura y costumbres, pero seguimos unidos y luchando.
El año pasado, en torno a nuestro 15 aniversario de boda, le fue detectado a Allan un cáncer de médula que no tiene curación, aunque es tratable. Mi gran fe, por mi vocación a la Obra, y mi dedicación a él lo han mantenido fuerte, hasta el punto de que mi ejemplo callado le decidió a convertirse al catolicismo, y empezó a conversar espiritualmente con mi confesor. Ahora Allan es cooperador del Opus Dei. Y dejo este testimonio como muestra de agradecimiento a Dios y a Santa María y para pedirles oraciones por la continua conversión de mi esposo y por su curación, si es la voluntad de Dios. Muchas gracias.»
Eugenia y Allan