Desde hace varios años un grupo de valientes y esforzados aficionados a la bicicleta recorren un día del mes de mayo la distancia entre su ciudad (Igualada, Barcelona) y el santuario para rezarle a la Virgen de Torreciudad. Se trata de una romería ciclista que este año ha tenido un recuerdo y una oración muy especial por el alma del padre de Eduard Nafría, organizador del encuentro, que falleció la víspera. Descanse en paz.