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Hace dos años yo me encontraba en un estado muy crítico, tras haber sufrido un severo derrame cerebral. Llevaba varios días sin consciencia y con escasas esperanzas de salir con vida por parte del equipo médico que me atendía.

Tras unos 10 días en ese estado, la Virgen peregrina de Torreciudad fue llevada a Palma de Mallorca, a la iglesia a la que normalmente asisten a misa mi hermana y mi madre. Cuando se dieron cuenta de la presencia de la Virgen, comenzaron a rezarle y a pedirle por mi recuperación. Ese mismo día, comencé a recobrar la consciencia y a avanzar en mi recuperación, hasta el punto de que, cuatro semanas después, recibía el alta médica sin ningún tipo de secuelas.

No cabe duda, y justo es reconocerlo, que estuve en manos de un excelente equipo médico, pero no es menos cierto que la mediación de la Virgen de Torreciudad fue providencial, y tanto mi familia como yo lo vemos como un milagro conseguido por mediación de Nuestra Señora.

Escribo estas líneas para dejar testimonio y aprovecho para agradecer el trato y las atenciones recibidas por los sacerdotes del santuario cuando fui allí a dar gracias a la Virgen en octubre de 2021.

J. de M.