Desde hoy domingo una réplica de la Virgen de Begoña se puede venerar en el santuario de Torreciudad, en Huesca, después de recibir el homenaje de un millar largo de peregrinos vizcaínos que la acompañaron en su viaje al Pirineo.
Javier Diago, presidente de la Hermandad, y Telmo Zarra, presidente honorario, comparten “una profunda emoción y satisfacción” tras esta peregrinación, que incluyó una plegaria por la paz y la posibilidad de ganar la indulgencia plenaria del Jubileo. La participación, la piedad y el folclore vasco caracterizaron un fin de semana que contó con una “gran acogida” y una temperatura muy agradable. Quizá el momento de mayor brillantez fueron el Agur jaunak y el Aurresku en la misa, que fue cantada de modo magistral por el Orfeón San Antón. Antes la comitiva atravesó la explanada del santuario, que celebra su vigésimoquinto aniversario, entre el volteo de campanas y la presencia de varios cientos de personas procedentes de todo el Estado, como los trescientos romeros que llegaron tras marchar a pie los 24 km que separan Barbastro del santuario. Precedían los estandartes y la banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía, con el aurreskolari Iñigo Larrañeta y el txistulari Mikel Bilbao.
Al fondo, muy cerca, las cumbres del Pirineo y las aguas del embalse de El Grado daban sentido al himno de Begoña, cuando habla de la mar, de los pastores y montañeros, de campesinos y obreros. La bienvenida la hizo el rector del santuario, que leyó la carta del obispo monseñor Blázquez dirigida a los peregrinos, y en la que pide por la institución familiar, “que es como el corazón de la sociedad y de la Iglesia”. Después de hacerse eco del centenario de la coronación de la Virgen y del séptimo centenario de la fundación de Bilbao, el obispo pide a María, “Reina de la Paz”, “la superación definitiva de la violencia y la llegada de la pacificación plena y duradera”. “Estamos convencidos -continúa- de que, si la paz se asienta definitivamente en nuestra sociedad, se abrirán preciosas oportunidades a la vida espiritual y moral, a la alegría y a la esperanza”. Monseñor Blázquez dice también que “en la presente encrucijada de nuestro pueblo, que aspira profundamente a la paz y sufre porque la paz tarda en llegar, nos dirigimos a María”.
La valoración de Javier Diago, presidente de la Hermandad desde el pasado diciembre, es “muy positiva, ya desde la gran acogida que tuvimos en Zaragoza, en la parroquia de Begoña. Lo de hoy es muy importante, en la línea de fomentar la devoción”. Diago se refirió también a las próximas celebraciones del centenario de la coronación, de los cincuenta años de la erección en Almaciga (Tenerife) y de las mejoras en la reproducción de la basílica en la población valenciana de Sagunto. Tanto Telmo Zarra como su esposa Carmen Beldarrain manifestaron su admiración. Telmo, que siguió las ceremonias junto a Javier Diago en un lugar preferente del presbiterio, con la medalla y el varal, señala que “no me esperaba esto, y las fotos que he visto de Torreciudad no le hacen justicia”. Numerosas personas, familias o visitantes, se acercaron a Zarra para hacerse una foto o pedir un autógrafo. Por la tarde, la jornada se completó con el rezo del rosario y un acto eucarístico. Desde hoy, la galería de advocaciones marianas del santuario de Torreciudad, muy cerca de Barbastro y de Ordesa, guarda la réplica de Begoña, de unos 50 cms. de altura. Allí podrán venerarla sus hijos y devotos, en un espacio mariano que alberga numerosas tallas peregrinas de todo el mundo.