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El arzobispo Albert Malcolm Ranjith, secretario de la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, visitó durante el pasado fin de semana el Santuario de Torreciudad, donde ha mantenido varios encuentros con peregrinos de toda España.

Natural de Sri Lanka y de 58 años, desde septiembre de 2005 se ocupa de todo aquello que concierne a la promoción y ordenación de la Liturgia y, en primer lugar, de los Sacramentos dentro de la Iglesia Católica: “Recuerdo que Benedicto XVI me convocó en audiencia en Castelgandolfo a mediados de septiembre, y me preguntó si quería aceptar el nombramiento como secretario de la Congregación para el Culto Divino. Le dije que sí. Siempre me ha interesado la liturgia, que considero la llave de la relación entre fe y vida, porque según cómo se celebre la liturgia se vive la fe cristiana. La liturgia por un lado exterioriza la fe, por el otro, la alimenta. La posibilidad de aportar algo sobre esta cuestión, que al Papa tanto interesa, me ha colmado de inmensa alegría”, rememora el arzobispo.

Durante su corta estancia en Torreciudad, a penas cuarenta ocho horas, el prelado ha manifestado que es un lugar donde “se puede palpar la fe de San Josemaría” su gran amor hacia la Virgen. “La grandeza de todo lo que he visto muestra la fe que tenía en la santísima Virgen así como la atención con que se han cuidado todos los detalles para su construcción. También he comprobado la gran fidelidad a la tradición de la Iglesia en materia litúrgica, ya que cuando uno entra en este santuario el alma se transporta a niveles superiores. Es cierto que la belleza de su entorno natural, rodeado por el pantano y junto a las montañas, acompaña a aumentar la grandeza del lugar”.

El arzobispo añadió que el santuario encierra otras reflexiones, sobre la figura de san Josemaría, al reflejar que “era un hombre de su tierra, recoge muy bien los orígenes a los que pertenecía porque no se ha construido algo de fuera sino muy propio de la tradición aragonesa”.

Preguntado por la presencia del santo barbastrense en la vida de la Iglesia, el secretario para el Culto Divino de la Santa Sede, dice que “en la vida de todos los santos se constata que ha sido el Señor el que hace grandes cosas a través de ellos, al igual que lo hizo con la Virgen y que tan bien se refleja en el canto del Magnificat: . He podido comprobar la humildad de su personalidad y ahora, viendo el esplendor de lo realizado, es aun más palpable la intervención divina en Escrivá de Balaguer”.

Estrecho colaborador de Benedicto XVI, en lo que se refiere a la celebración de los Sacramentos y de los sacramentales, afirma que su pontificado está orientado a seguir el camino abierto por Juan Pablo II “para acabar de realizar la transformación de la Iglesia, no en el sentido externo sino empezando desde dentro”. En cuanto a la personalidad del Papa constata lo que otras muchas personas han dicho sobre su inteligencia y humildad. “Esta humildad es algo que se comprueba en su totalidad, cada vez más, cualidad que atrae a mucha gente y que lo palpan cuando lo tratan”, dice monseñor. Por eso cree que “es una leyenda muy simplista” la imagen de frío y distante que proyectan algunos sectores: “Es una persona con muchas cualidades y todas las gracias que le ha podido aportar su Baviera natal”.

En su viaje por España está manteniendo diversos encuentros con jóvenes, momentos que aprovecha “de un lado para pedir que recen mucho por el Papa, por su misión tan difícil de llevar la Iglesia adelante. En segundo lugar, tratar de animarles a que sean verdaderos cristianos, viviendo el misterio de la Eucaristía plenamente”, concluye Ranjith.