Mar y su esposo Daniel viven en Madrid. Ella es de Valencia y trabaja como maestra y él es de Pamplona y ejerce la medicina. Son padres de la pequeña Candela, de dos meses de edad. Cuando Mar estaba embarazada le detectaron un serio problema en el corazón, el mismo que causó el fallecimiento de su madre. Mientras los médicos realizaban sus pruebas, el matrimonio acudió a la intercesión del beato Álvaro del Portillo, aconsejados por la abuela de Daniel. Al poco tiempo, el problema desapareció, y hoy han venido a cumplir su promesa: presentar a la Virgen de Torreciudad a su hija Candela como agradecimiento. Al viaje se han unido otros familiares para presentar también sus hijos a la Virgen.