Juan Cotino, Director General de la Policía, destacó ayer en El Grado que «el servicio de la policía tiene que acercarse al ciudadano» y calificó de «excelente» el papel que desempeñan los grupos de voluntarios con la policía de proximidad. Con la inminente confirmación en el cargo, que ocupa desde 1996, Cotino avanzó la difusión a nivel nacional de las «mesas de solidaridad», que reúnen en los barrios a distintos protagonistas de la acción social y que «multiplican la eficacia del voluntariado». A lo largo de su visita privada al Altoaragón fue cumplimentado por el subdelegado del Gobierno y el Comisario Jefe de Huesca.
Cotino intervino en las I Jornadas del Voluntariado, organizadas por la ONG Cooperación Social y el Patronato de Torreciudad para estudiar «El voluntariado del siglo XXI: un servicio a la paz y a la concordia». En el panel celebrado ayer domingo, Cotino analizó el voluntariado desde los poderes públicos, el obispo de Barbastro-Monzón lo hizo desde la Iglesia, y el profesor Rafael Termes desde el sector privado. En su día concejal encargado de la seguridad en Valencia, Cotino explicó la experiencia de esa capital, donde «las mesas de solidaridad trabajan desde hace cinco años, con ochenta ONGs involucradas y un presupuesto anual de cien millones por parte municipal». Cifró en cinco mil el número de mujeres que colaboran actualmente con la policía de proximidad en la prevención del delito, especialmente en el maltrato a la mujer.
Cotino calificó de «éxito» el balance de la policía de proximidad, «en cuanto que se comprueba una disminución del número de delitos», y resaltó la importancia de que no se gobierne de forma apresurada o a golpe de decreto sin tener en cuenta las circunstancias y realidad de focos o zonas conflictivas. Cotino calificó de «muy buena» la experiencia del funcionamiento de la policía de proximidad en Aragón, con la disminución de delitos, y confirmó la próxima puesta en marcha de «las mesas de solidaridad». El director general de la Policía insistió a lo largo de su intervención en la necesidad de sumar «los esfuerzos de policía, ciudadanos y vecinos, con el fin de incrementar el grado de satisfacción y la calidad de vida que suponen un aumento de la seguridad». Según este alto cargo, «estamos ante una etapa nueva, en una sociedad que necesita el voluntariado, porque la Administración puede ser lenta y no llegar a tiempo».
Destacó la necesidad de que los jóvenes «concreten realmente una actitud favorable a la solidaridad y que en ocasiones se queda en algo teórico», y denunció que «ha habido y hay algunas ONGs organizadas como tapadera para recibir subvenciones». En su opinión, la policía debe ser especialmente preventiva y mostró su preocupación por «la pequeña delincuencia, con problemas creados por la droga y la desintegración, y que debemos combatir entre todos, con un protagonismo creciente de los voluntarios».