Con motivo del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, la revista Anuario de Historia de la Iglesia acaba de publicar su undécimo volumen con diferentes artículos relacionados con Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás.
Uno de ellos, del doctor Martín Ibarra Benlloch, titulado “El primer año de la vida de Josemaría Escrivá” (págs. 587-623), profundiza en el ambiente en el que nació el fundador barbastrino: la familia, la casa, la ciudad… Para ello ha consultado la prensa de la época, bien barbastrense –La Cruz de Sobrarbe, La Defensa-, bien zaragozana –El Noticiero, Heraldo de Aragón-; y diversa documentación procedente de los Archivos Diocesano y Municipal de Barbastro y Provincial de Huesca.
Como hilo conductor, Martín Ibarra utiliza tres documentos. El primero es el certificado de nacimiento, que lleva la fecha del 26 de abril de 1912, y que fue extendido por el juez municipal de Barbastro don Joaquín Salcedo, para ser incluido en su expediente escolar. El acta original de fecha 10 de enero de 1902 no se ha conservado, al haber sido destruida en la última guerra civil española. Se analiza la situación social y política de Barbastro en los años 1901 y 1902; el día de nacimiento, el médico que le atendió y el lugar donde lo hizo, su domicilio familiar. También se describen algunos vecinos de la calle Argensola y plaza Mayor, indicando su grado de parentesco y amistad con la familia Escrivá-Albás cuando se tiene constancia de ello. Se estudia la situación profesional, social y familiar de sus padres, José Escrivá Corzán y Mª Dolores Albás Blanc en aquel momento; los nombres con que se le inscribe, José, María, Julián y Mariano, así como las personas que dan fe de su nacimiento: Francisco Armisén, juez municipal, Manuel Clavería, alguacil, Victoriano Claver, secretario, Ramón Meliz, militar retirado y Amado Beltrán, barbero.
El segundo documento que se examina es su partida de bautismo. El beato Josemaría fue bautizado el día 13 de enero, por don Ángel Malo, regente de la vicaría de la catedral. Se dan datos sobre el lugar, la pila bautismal, el vestido, el sacerdote, los padrinos y el por qué de la elección de los nombres elegidos.
Por último, se estudia la partida de confirmación. Este sacramento tuvo lugar el 23 de abril de ese mismo año 1902 en la catedral. Le confirmó el obispo de Barbastro, monseñor Juan Antonio Ruano y Martín, siendo sus padrinos Ignacio Camps –el médico que le había atendido en su nacimiento- y Juliana Erruz –viuda de Francisco Claver Bueno, propietaria-.
Después de este análisis tan pormenorizado, Martín Ibarra concluye su artículo citando al fundador del Opus Dei: “Nuestro Señor fue preparando las cosas para que mi vida fuese normal y corriente, sin nada llamativo. Me hizo nacer en un hogar cristiano, como suelen ser los de mi país, de padres ejemplares que practicaban y vivían su fe”.