Visitación Adán, presidenta de BASIDA, institución dedicada desde 1988 a la atención de enfermos de sida y drogadictos, afirma en que “el voluntario deber tener un compromiso de vida, y no una dedicación de tiempo que sobra”. BASIDA es una entidad de carácter social declarada de interés público, que promueve casas de acogida para estos enfermos, con los que conviven voluntarios. Tienen colaboración del Ministerio de Trabajo y Asunto Sociales y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Visitación Adán, diplomada en Trabajo Social y que dejó su trabajo de funcionaria en la Comunidad de Madrid para “una dedicación total a aquellos que no tienen donde reclinar la cabeza”, cuenta que “BASIDA nace ante el problema que plantea la enfermedad del sida”.
Otro sector que atienden es la población de reclusos, con una mayoría de la población reclusa que es heroinómana, con grandes posibilidades de ser seropositiva o de adquirir el virus por contagio: transmisión sexual, drogadicción, etc.
“Ante esta realidad, explica la Presidenta de BASIDA, pretendemos paliar el problema asistencial de las personas portadoras de esta enfermedad. Queremos transmitir cariño, consuelo, ánimo y una forma positiva de ver la vida y de afrontar la enfermedad y la muerte”. Adán explicó su experiencia en las IV Jornadas de Voluntariado, organizadas por Cooperación Social, con colaboración con el Patronato de Torreciudad.
Con trece años de convivencia directa con los enfermos, Visitación piensa que “reclaman una mano amiga, que necesitan volver a sonreír ante un gesto de ternura o una palabra de cariño o, simplemente, un momento de acompañamiento antes de deshacer el último nudo de la vida. En BASIDA se aprende a convivir con el dolor y la muerte en cada una de las personas atendidas. La muerte ya no tiene el fatal dramatismo con que nuestra sociedad la ha rodeado: para mí es un fracaso que un enfermo solicitara la eutanasia”.
Con una preocupación nacida de su fe católica, Visitación Adán explica la importancia de conceptos clave como “el cariño y la ternura, la entrega y la donación, la gratuidad”.
Según explica, “el equipo multiprofesional responsable de la Casa de Acogida está formado en su totalidad por personal voluntario que de una forma desinteresada y altruista desarrolla su actividad de forma exclusiva con estos enfermos. Tenemos voluntarios a tiempo completo y parcial”.
BASIDA tiene en Aranjuez el mayor centro de enfermos de sida de toda España, “con una capacidad de 35 plazas y una lista de espera de más de 300 personas, todo ello en el país de Europa con mayor tasa de prevalencia del virus VIH por número de habitantes”.
Recientemente entraron en funcionamiento la casa de acogida de Manzanares (Ciudad Real) con 18 plazas y una Residencia Hospitalaria para enfermos terminales, en Navahondilla (Avila).