El matrimonio de organistas Michel Bouvard (Francia) y Yasuko Uyama (Japón) protagonizó el viernes 21 un recital que incluyó obras inglesas y francesas de los siglos XVI y XVII escritas para tres y cuatro manos y alguna pieza de Mozart.
El órgano se suele equiparar a una orquesta, por la riqueza tímbrica que se consigue mediante la combinación de sus registros. En este concierto la interpretación conjunta de dos organistas acentuó decisivamente el efecto orquestal. En varias de las obras hubo un marcado diálogo entre el órgano de coro, más pequeño, y el órgano de tribuna, de forma que el resultado pudo asimilarse a un concierto para solista (órgano de coro) y orquesta (órgano grande).
La presencia de Mozart, con dos Divertimentos a cuatro manos -obras que abrieron y cerraron el concierto- fue todo un acierto. La viveza y pulcritud de su escritura quedó patente en la magistral ejecución de las mismas por parte de los organistas. El público reconoció enseguida el popular Preludio al Te Deum de Charpentier, en el que el órgano lució su mejor trompetería. Fue ésta quizá la obra más comentada entre los asistentes junto a Musètes de Choisi et de Taverni enchainées de Couperin, una original y hasta divertida composición poco conocida.
La gastronomía del Somontano y los paisajes que rodean el santuario fueron muy admirados por los músicos. Aprovecharon para comprar vino en una pequeña bodega cercana y varios productos de la tierra que pudieron saborear durante su estancia. Su afición al senderismo también les llevó a recorrer el entorno de Torreciudad hacia Bolturina y Secastilla.