Alrededor de ciento veinte vecinos procedentes de Torrejón de Ardoz celebraron, los pasados 11 y 12 de septiembre, su décima peregrinación a Torrciudad junto a su patrona, la Virgen del Rosario, que desde 1994 tiene una réplica en la Galería de advocaciones marianas.
Con motivo del aniversario los miembros de la Hermandad del Rosario vistieron a la Virgen con un traje nuevo al que incorporaron un manto de paseo, bordado en rojo y oro por la artesana Ana Limones. Este año, además, durante las procesiones que realizaron por el recinto del santuario, el grupo de peregrinos estrenó un estandarte con una imagen de la patrona, pintada por otro artista local, y un lema en el que se podía leer “Peregrinos a Torreciudad 2004” adornando el reverso del tapiz.
El nuevo estandarte estuvo también acompañado de los estandartes de las Hermandades de la Vera Cruz, el Rocío y Corpus Cristi. Asimismo, la Hermandad del Rocío regaló sendas medallas a las imágenes de la Blanca Paloma y del Rosario, que hay en el santuario.
Los romeros llegaron el sábado por la tarde, realizando procesión de entrada por la explanada del santuario hasta entronizar a su patrona en el altar mayor, y acto seguido participar en el rezo del Rosario y la exposición solemne con el Santísimo. Al día siguiente, entre los actos programados destacar la procesión a pie, llevando en andas la imagen del Rosario, desde el crucero situado a un kilómetro del santuario junto a la carretera, hasta la antigua ermita de Torreciudad, y desde allí hasta el nuevo santuario siguiendo el camino de los Dolores y Gozos de San José.
Después de la Misa mayor, en la que actuaron una docena de miembros del Coro de la Virgen del Rosario junto con la organista Maite Aranzabal, los peregrinos volvieron a depositar a su patrona en la vitrina situada en la Cripta. Como detalles, resaltar el crespón negro que lució la Virgen en todos los actos en memoria de los heridos y fallecidos en el atentado terrorista de Madrid.
Para Manuel Cruz, impulsor de la peregrinación, este aniversario ha sido “muy especial porque nuestros sentimientos son de total agradecimiento hacia la Virgen, al haber escuchado nuestras plegarias de todo el año, y hacia el santuario por las facilidades y apoyo moral que siempre nos da”. Cruz todavía mantiene fresco el recuerdo de su primera peregrinación “ya que estábamos muy desorientados y nos quedemos en la puerta del santuario con el temor típico del que está ante lo desconocido”.
La imagen de la Virgen que se guarda en Torreciudad está realizada en los talleres artesanos de Horcha (Guadalajara) y es copia original de la que se encuentra en la parroquia de San Juan Evangelistas en Torrejón de Ardoz.