Conchita y Agustín viven en Sevilla y han visitado Torreciudad para rezar ante la Virgen y presentar a sus hijos Agustín, Carmen de Jesús y Jacobo. La tradicional oración de ofrecimiento de niños a Nuestra Señora, tantas veces pronunciada ante su imagen románica, se ha repetido hoy con acento andaluz y con la ayuda de Pablo, joven sacerdote que en ese momento se encontraba en el templo.