La religiosidad y el folclore mexicanos se dieron cita hoy en el santuario de Torreciudad, meta de una peregrinación que trajo desde el país azteca una reproducción del cuadro que representa a la Virgen de Guadalupe, y que formará parte de la Galería de advocaciones marianas del santuario.
Después de recorrer la Ruta Mariana, la expedición mexicana seguirá a Roma, después de cantar las mañanitas y otras canciones en la explanada de Torreciudad. Los mariachis cantaron en honor de la Virgen en un hermanamiento que contó con la participación de mexicanos residentes en España y otros vinculados a dicho país y a la Guadalupana. Mercedes Herrero de Arena ha sido la organizadora y vive en Puebla con su familia. «Estoy muy emocionada, imaginé que iba a salir bonito, pero no tanto, tan bien, rezamos mucho, por eso salió tan lindo, tras año y medio de preparativos». Otro peregrino nos dice que todo ha salido «muy padre». Después de la procesión y junto al acto central de la Misa destacó durante todo el día el cariño hacia la Virgen, recibida con las mañanitas. La reproducción traida desde México es una de las copias digitales, que -como Patrona de América- el episcopado mexicano ha enviado a las conferencias episcopales latinoamericanas. Una de las copias se queda en Torreciudad.
Los Mariachis Charros de Jalisco, venidos desde Madrid, tuvieron un gran éxito con canciones como El Rey, Cielito lindo, las mañanitas, Ojos españoles, la música de jarabe tapatío o Morenita. En el interior del santuario se tocó en varios momentos el himno de la Virgen de Guadalupe. Hubo tiempo suficiente para visitar el recinto y confesar, con el fin de ganar la indulgencia plenaria del Año Santo. La expedición mexicana comenzó su periplo europeo en Madrid, y después de la Ruta Mariana viajará a Roma y Tierra Santa, con el fin de celebrar el Jubileo del año 2000. El viaje comenzó el pasado lunes y concluirá el 8 de octubre, y su organización pretende «demostrar a la Virgen nuestro amor filial y suplicarle las gracias necesarias para lograr una conversión profunda, como pide el Papa en este Gran Jubileo del año 2000», declaró Mercedes Herrero de Arena, del comité organizador.