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La localidad de Fuente de Cantos (Badajoz) viajó este fin de semana a varios centros de peregrinación pirenaicos, entre los que figuraron el monasterio de Montserrat, la basílica del Pilar y el santuario de Torreciudad, donde entronizaron una réplica de la patrona, la Virgen de la Hermosa.

La Hermandad de la Virgen organiza anualmente por estas fechas una peregrinación, encabezada por el párroco y que en esta ocasión contó con la asistencia del doctor Emilio Quintanilla, nacido en Fuente de Cantos y residente en Pamplona.

Los peregrinos fueron recibidos en la explanada del recinto mariano, que atravesaron en procesión con el cuadro que representa a la patrona, y que fue colocado en un lugar destacado, junto al retablo mayor. Ahora el cuadro forma parte de la Galería de advocaciones marianas, que reúne a más de cien réplicas de patronas llegadas en peregrinación.

Tras unas palabras de bienvenida del vice-rector del santuario, en las que animó a los fieles a “acudir a la Virgen y al sacramento de la Confesión”, los peregrinos participaron en la santa misa, cantada por el Coro de la Catedral de Varsovia, en una jornada especialmente festiva, por coincidir con el 27 aniversario de la apertura al culto del nuevo santuario.

Valoraciones

“Es la primera vez que venimos, aunque habíamos visto un vídeo, verlo en directo es mejor. El santuario es precioso, además cerca del Pirineo y en el entorno de Aragón, que tiene su encanto. La coral de Varsovia que ha intervenido en la Misa también ha estado fenomenal”, destaca D. José María, el párroco.

Paco Miranda, hermano mayor de la Hermandad, se mostraba muy agradecido, “reconfortado como cristiano y orgulloso de que la Hermandad de la Virgen de la Hermosa esté aquí representada, ya que cuando vengan nuestros paisanos sabrán que su Virgen está también aquí. Además, este santuario ha sido para nosotros el más impresionante”.

Encarna Díez, maestra de primaria, comentaba durante la visita: “me ha impresionado muchísimo. El retablo es una maravilla, porque tiene todas las escenas más importantes de la vida de la Virgen. Además se respira paz. Destaco el paisaje y todo.”

Indalecia Díez, otra viajera, decía que “nos ha ilusionado mucho venir aquí. Y el beato Josemaría nos ha concedido mucho”. José Magro, mecánico jubilado de setenta y dos años, aseguraba “que nos ha gustado mucho todo: el entorno y el Santuario. Esto lo debería ver todo el mundo”.