Desde Málaga nos escriben contando un favor de la Virgen de Torreciudad a una persona a la que le detectaron un tumor cancerígeno hace unos meses.
Me dirijo a ustedes con mucho respeto y cariño. Soy María Teresa, delegada del santuario y encargada de una capilla de la Virgen desde hace algunos años, trabajando y llevándole a los hogares que la necesitan.
La Virgen nos ha hecho otro favor en la persona de una amiga y vecina Mª José, le detectaron un tumor cancerígeno el 17 de julio pasado, la operaron el 11 de septiembre. Ella está unida al Opus Dei, desde hace años le ha ayudado por la fe, pero en estas cosas cuando te dan esas noticias la persona se hunde; yo que soy comunicadora, le decía, anímate y le hablé de la capilla de la Virgen que ese día la tenía en casa y se la llevé, la puso cerca de ella, y la miraba, rezaba el Sto. Rosario, el Ángelus, lecturas y me decía «déjamela, necesito su presencia, mirarla, hablarle».
Cuando volvió de la operación allí la tenía y en sus reacciones de quimio, hasta que le llevamos una Virgen que el rector de Torreciudad bendijo y ocupó el sitio de la capilla. Hay cosas que piensas que es la Virgen la que lo ha hecho: no ha perdido el apetito con las sesiones de quimio, reir, animosa, haciendo algunas cosas, limpieza. Con su peluca pero bien, defensas altas.
Con el cuidado y cariño de su marido y su hija, que dejó de trabajar para estar con ella, soltera, joven, lo han ido superando. Este jueves pasado recogieron la última prueba decisiva; el Dr. Le dijo «no comprendo cómo has resistido, estás muy bien, sal a pasear y sigue así, hasta mayo no tienes que hacerte analítica».
Ella dice que es la Virgen de Torreciudad la que ha hecho todo en ella, y que yo tenía que contarlo. Y así lo hago.
La Virgen sigue presidiendo su casa. Ayer me llamó y brindamos. Le doy gracias a Ella por todo, te queremos Madre, ruega por nosotros.
