Oración a la Virgen de Torreciudad
Esta oración dirigida a la Virgen de Torreciudad se reza siempre al terminar la Bendición con el Santísimo que se celebra en el santuario, generalmente todos los sábados y domingos del año.
Virgen de Torreciudad, que manifiestas tu clemencia a cuantos solicitan tu amparo: ayúdanos a ser fieles a nuestra vocación cristiana, buscando la santidad a través del trabajo ordinario y de las ocupaciones diarias.
Te rogamos por la paz en las familias: para que siempre estemos muy unidos entre nosotros, y nos queramos cada día mas.
Condúcenos a la vida de la Gracia, y acompáñanos a volver siempre a Jesús por la confesión de nuestros pecados en el Sacramento de la Penitencia.
Protege a la Iglesia, al Santo Padre, a los Obispos, a los sacerdotes y diáconos, y al pueblo fiel para que llevemos a todos los ambientes del mundo la fuerza salvadora del Evangelio de tu Hijo Jesucristo, que con Dios Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
Ofrecimiento de niños a la Virgen
Desde el siglo XI las familias de las localidades cercanas han seguido la tradición de poner a los niños pequeños bajo la protección de Nuestra Señora de Torreciudad, para que guarde y proteja a las criaturas que los padres le presentan con devoción.
ORACIÓN
Santa María, te presentamos este hijo que Dios nos ha confiado. Te lo ofrecemos, lo confiamos a tus cuidados, a tu ternura y a tu vigilancia maternales. Te pedimos que el Señor lo proteja en su cuerpo y lo defienda en su alma. Y si llega a extraviarse, búscalo con tu amor maternal y devuélvelo a Jesús para que obtenga de tu Hijo el perdón y renazca a la vida. Y a sus padres, ayúdanos a transmitirle las verdades de la fe, enseñándole a vivir según la ley de Cristo, a fin de que un día nos veamos todos reunidos en el Cielo. Amén.
Avemaría de Torreciudad
Los sábados del mes de mayo se suele rezar el Rosario caminando desde el Crucero, a un kilómetro del santuario. Entre cada misterio y al empezar y terminar las letanías se cantan las estrofas de este himno.
Santa María, Madre de Dios, Virgen Bendita, ruega por nos.
1. En los altos riscos de Torreciudad nos mira piadosa la divinidad.
2. Venid a María, venid a rezar, que Madre tan dulce nos ha de escuchar.
3. Los ángeles te aman, oh Madre de Dios, con ellos nosotros venimos a Vos.
4. Te aclaman los pueblos con gran devoción, todo el mundo acude a tu intercesión.
5. Entre estas montañas tu pura bondad imploramos, Virgen de Torreciudad.
6. Que venga a María, en Torreciudad, quien busque virtudes y la santidad.
7. Se encuentra la Virgen, en Torreciudad, sembrando virtudes y dando la paz.
8. Quien llega rezando con gran devoción se marcha cantando canciones de amor.
Gozos de la Virgen de Torreciudad
Tenemos constancia documental de antiguos Gozos dedicados a la Virgen de Torreciudad, género muy popular en las advocaciones marianas altoaragonesas y catalanas. Debajo se muestran dos de estos documentos fechados en 1871 y 1910. En la actualidad se canta una versión actualizada en su festividad, que se celebra en la ermita el domingo más cercano a la fiesta de la Asunción de la Virgen.
Porque vuestra gran piedad siempre es amor y consuelo, escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Sois la reina y la hermosura cuyos pies el Ángel besa, Trono de gloria, Princesa, la llena de gracia y pura, sois la Madre de ternura de quien ha necesidad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Vuestra imagen peregrina que a querernos nos enseña fue hallada bajo una peña no lejos de Bolturina.
La tradición nos inclina a venerar tal piedad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Mil ochenta y cuatro el año en que te vieron Señora: para siempre y hasta ahora cuidáis de vuestro rebaño, y vos lo libráis del daño dándole seguridad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Si el Cinca mecido al viento serena su onda azulada, cuando la roca sagrada besa en su fundamento, así paz, bien y contento nos dais, Madre de bondad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Del peligro y de los males libra la Reina y Señora.
Es Madre del que la implora, y las gracias celestiales dona a sus hijos mortales.
Su ayuda siempre esperad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Con beneficios patentes os mostráis siempre propicia, y vuestro amor acaricia sin distinción a las gentes cuando acuden reverentes solicitando piedad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Quien quiera luz y no vea diga a esta imagen querida:
Madre de Dios, nuestra vida y ayuda en nuestra pelea, ¡que lo quiera Dios, sea! y en ella hallará la paz.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
En el nuevo santuario con fe y amor promovido por un hijo tan querido aquí estáis junto al sagrario, y a Vos vienen a diario gentes de todo lugar.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Si el hombre con su pecado el Amor de Dios hirió, de Dios compasión halló si en este lugar sagrado perdón le pidió humillado por vuestra grande bondad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Junto a ti, Virgen gloriosa, el Amor nos ha encendido y la gracia revivido a una vida generosa: por eso el alma rebosa de alegría y claridad.
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
En momentos de amargura, cuando falte la esperanza, a la Estrella de bonanza, que junto al Cinca fulgura, invoquemos con fe pura diciendo con humildad:
Escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
Porque vuestra gran piedad siempre es amor y consuelo, escuchadnos desde el Cielo, Virgen de Torreciudad.
A la Virgen de Torreciudad
El poeta gaditano José María Pemán (1898-1981) compuso esta preciosa poesía dedicada a la Virgen de Torreciudad, una delicada joya artística ofrecida a la Madre de Dios.
Torreciudad, Torre-Amor, Torre-Madre y Torre-Guía.
La piedra viril y dura se ha convertido en ternura a las plantas de María.
Señora del nuevo día, aurora del Pirineo.
Desde los valles te veo como una torre de Amor.
La ciudad llegará a todos si la torre llega a Dios.
Torreciudad es la estrella clara y bella que conduce al peregrino.
Torreciudad no es un alto en el camino: porque Ella misma es camino, vida, esperanza y verdad.
Torreciudad entre breñas tú que enseñas a hacer de las piedras flores.
Torre-Amor, lección de claros amores.
Que once siglos son de amores los que buscan esa flor.
Jota a la Virgen de Torreciudad
Joaquín Campodarve, vecino de la cercana población de Pozán de Vero, en la provincia de Huesca, cantó en 1990 estas jotas dedicadas a la Virgen de Torreciudad y compuestas por él mismo.
Todos juntico a la Virgen, todos en torno a su altar, todos a Torreciudad te venimos a venerar.
Eres estrella y tesoro, eres luz, guía y bondad, eres para el mundo entero como un sol, Torreciudad.
Con grande alegría y gozo se viene a Torreciudad, hallando junto a la Virgen toda la felicidad.
Mar inmenso del amor, de paz y de felicidad, eres para el mundo entero, Virgen de Torreciudad.
Virgen de Torreciudad, yo te pido en este día que seas del mundo entero sol radiante, luz y guía.
Virgen de Torreciudad, Reina del Cielo y Señora, con mucha fe y gran fervor el Pueblo de Dios te adora.
Somos el Pueblo de Dios que ama su divina ley, amando mucho a la Virgen, esto es todo el Opus Dei.
Con grande alegría, con gran fe y amor, en Torreciudad canto con fervor.
Conmigo en la jota cantad y alabad a la Virgen Madre de Torreciudad.
Aquí nos juntamos todos los devotos, y Ella desde el Cielo está con nosotros. llevando a la Virgen en tu corazón, te das por seguro en tu salvación.