El peregrino que llega a la antigua ermita encuentra junto al camino, en una de las oquedades de la piedra, un sencillo Nacimiento presidido por un ángel, cuya ubicación recuerda la cueva original de Belén. Ya dentro de la ermita, un Belén colocado junto al presbiterio, de figuras agradables y tersas, le da la bienvenida y le invita a permanecer en oración. Contemplando el misterio de Dios hecho Hombre, la Navidad nos ayuda a entender un poco más la maravilla del amor de Dios por nosotros.
Y no hay que olvidar que los niños tienen un borriquillo a la entrada que guarda en sus alforjas pequeñas sorpresas para ellos. No decimos cuáles son para que ellos mismos las descubran…
2 Comments
Mariló
Precioso el Belén y la idea del borriquito a la entrada muy original.
Comunicación Torreciudad
Gracias, Mariló, un cordial saludo.
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